Descubre el periodo entre el Antiguo y Nuevo Testamento de la Biblia

¿Qué sucedió en el periodo entre el Antiguo y Nuevo Testamento?

El periodo entre el Antiguo y Nuevo Testamento de la Biblia, también conocido como el periodo intertestamentario o periodo silencioso, abarca aproximadamente 400 años. Durante este tiempo, no hubo nuevos libros canónicos que se añadieran a la Biblia.

Contexto histórico

Para entender este periodo, debemos retroceder en la historia y ubicarnos en el año 539 a.C., cuando el Imperio Persa conquistó Babilonia y permitió que los judíos regresaran a Jerusalén. Sin embargo, no recuperaron la independencia y estuvieron bajo el dominio de diferentes potencias extranjeras.

En el año 332 a.C., Alejandro Magno conquistó el Imperio Persa y estableció el Helenismo en gran parte del mundo conocido. Después de su muerte, el imperio se dividió entre sus generales, y los seléucidas y los ptolemaicos se convirtieron en las principales dinastías en el Medio Oriente.

Los seléucidas gobernaron sobre la región de Judea en el 198 a.C. Durante el reinado de Antíoco IV Epífanes, se prohibió la práctica del judaísmo y se profanó el templo de Jerusalén, lo que llevó a la revuelta de los macabeos y a la restauración del culto judío en el año 164 a.C.

Los macabeos y la era asmonea

La revuelta de los macabeos fue liderada por Judas Macabeo y sus hermanos. Lograron recuperar el control del templo de Jerusalén y purificarlo. Este evento es conocido como la dedicación del templo, o la festividad judía de Hanukkah.

Después de la revuelta, la dinastía de los macabeos, también conocida como la dinastía asmonea, gobernó Judea de manera semi-independiente durante casi un siglo. Durante este tiempo, se produjo una renovación del judaísmo y se desarrollaron nuevas tradiciones y enseñanzas.

El dominio romano

En el año 63 a.C., el general romano Pompeyo conquistó Jerusalén y Judea pasó a estar bajo el dominio de Roma. Aunque los asmoneos continuaron gobernando durante un tiempo, eran títeres del poder romano.

En el año 37 a.C., Herodes el Grande fue nombrado rey de Judea por el Senado Romano. Aunque logró realizar grandes obras de construcción, su gobierno fue considerado opresivo y despótico.

El contexto religioso y cultural

Durante el periodo intertestamentario, surgieron diferentes corrientes religiosas y culturales en la región de Judea. Estas incluyeron los fariseos, los saduceos, los esenios y otros grupos menos conocidos.

Los fariseos eran un grupo religioso conocido por su estricta observancia de la ley judía y su enfoque en la pureza ritual. Los saduceos, por otro lado, eran una secta más aristocrática y se centraban en el servicio del templo.

Los esenios eran un grupo judío piadoso que vivía en comunidades separadas y practicaba el celibato y la abstinencia de ciertos alimentos. Fueron conocidos por su creencia en la inmortalidad del alma y se cree que fueron los autores de los famosos rollos del Mar Muerto.

La influencia de la cultura helenística

La influencia de la cultura helenística también se hizo evidente durante este periodo. La lengua griega se convirtió en la lengua franca, y se adoptaron elementos de la cultura griega en diversos aspectos de la vida cotidiana.

La filosofía griega, en particular, tuvo un impacto significativo en el pensamiento judío. Filósofos como Filón de Alejandría intentaron reconciliar la filosofía griega y la tradición judía, fusionando ideas como el Logos con la teología judía.

¿Por qué no se añadieron nuevos libros a la Biblia durante este periodo?

El consenso general es que durante este periodo no hubo profetas reconocidos ni revelación divina para la escritura de nuevos libros canónicos. Además, la dispersión del pueblo judío y el dominio de potencias extranjeras limitaron la producción y preservación de escritos religiosos.

¿Qué importancia tiene el periodo intertestamentario para el estudio bíblico?

Este periodo es crucial para comprender el contexto histórico y cultural en el que se desarrollaron los eventos descritos en el Antiguo y Nuevo Testamento. Nos permite entender la influencia de la cultura helenística, el surgimiento de diferentes grupos religiosos y los cambios políticos que tuvieron lugar en la región de Judea.

Además, el periodo intertestamentario también arroja luz sobre la situación y las expectativas del pueblo judío en tiempos de Jesús, lo que nos ayuda a entender mejor el contexto en el que se desarrolló su ministerio.