El evangelismo es una práctica que tiene un significado profundo y poderoso en la fe cristiana. Ser un evangelista implica compartir la buena nueva del evangelio de Jesucristo con otros, llevar la luz de la salvación a aquellos que no lo conocen y ser un instrumento de transformación espiritual para aquellos que escuchan el mensaje. En este artículo, exploraremos el significado bíblico de ser un evangelista y cómo esta tarea nos llama a vivir la fe de manera apasionada y comprometida.
¿Qué es ser un evangelista?
Ser un evangelista va más allá de simplemente predicar o enseñar el mensaje de Jesús. Ser un evangelista implica tener un corazón ardiente por el Evangelio y una profunda convicción de que Jesucristo es el Salvador del mundo. Los evangelistas sienten una gran responsabilidad de compartir esta verdad con aquellos que aún no lo han recibido. Su objetivo principal es llevar a las personas a una relación personal con Jesús y guiarlos en su caminar espiritual.
En la Biblia, encontramos ejemplos de personas que fueron llamadas específicamente a ser evangelistas. Entre ellos se encuentran los discípulos de Jesús, a quienes se les encomendó la tarea de llevar el mensaje del evangelio a toda la tierra. Pablo, uno de los apóstoles más prominentes, también fue un evangelista dedicado que viajó extensamente para compartir el mensaje de Jesús y establecer iglesias en distintas regiones.
El mandato de ser un evangelista
En el Evangelio de Mateo, Jesús nos da un mandato claro y directo de ser evangelistas. En Mateo 28:19-20, Jesús dice: “Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado” (RVR1960). Este mandato se conoce como la Gran Comisión y es un llamado para todos los creyentes a llevar el mensaje de Jesús a todo el mundo.
El evangelismo es una tarea que va más allá de nuestras propias habilidades o capacidades. Es obra del Espíritu Santo a través de nosotros, ya que somos instrumentos en las manos de Dios para llevar su amor y su mensaje transformador a otros. Como evangelistas, debemos depender completamente de Dios y su dirección mientras compartimos su verdad con aquellos que necesitan escucharla.
Características de un evangelista
Los evangelistas tienen características particulares que los distinguen y los equipan para llevar a cabo esta tarea. Algunas de estas características incluyen:
H2 Carisma y pasión:
Los evangelistas tienen un carisma natural y una pasión ardiente por compartir el mensaje de Jesús. Su entusiasmo y amor por Dios son contagiosos, lo que les permite conectar fácilmente con las personas y transmitirles la alegría del Evangelio.
H2 Conocimiento bíblico:
Un evangelista debe tener un conocimiento profundo de las Escrituras para poder enseñar y explicar el mensaje de Jesús con claridad y precisión. Estudiar la Biblia regularmente y meditar en ella es fundamental para fortalecer nuestra fe y crecimiento espiritual, y esto a su vez nos capacita para ser evangelistas eficaces.
H2 Empatía y compasión:
Los evangelistas deben ser capaces de comprender y empatizar con las necesidades y luchas de las personas. Mostrar compasión y estar dispuestos a escuchar a otros con amor y genuino interés es crucial para establecer conexiones significativas y ser un canal efectivo para el mensaje de Jesús.
H2 Perseverancia:
El evangelismo puede ser desafiante y en ocasiones puede encontrarse con resistencia o rechazo. Sin embargo, los evangelistas perseveran en su tarea, confiando en que Dios está obrando en las vidas de las personas y que sus esfuerzos no son en vano. Se mantienen firmes y continúan compartiendo el mensaje con amor y paciencia.
Importancia del evangelismo
El evangelismo es esencial en la fe cristiana porque es a través del testimonio y la enseñanza de los evangelistas que muchas personas tienen la oportunidad de conocer a Jesús y experimentar su amor y salvación. El evangelismo es una forma de obedecer los mandamientos de Jesús y cumplir con la Gran Comisión.
Además, el evangelismo también tiene un impacto transformador en la vida del evangelista mismo. Al compartir el mensaje de Jesús, fortalecemos nuestra propia fe y crecimiento espiritual. El evangelismo nos permite profundizar nuestra intimidad con Dios y experimentar su poder y provisión en nuestras vidas.
H4 ¿Cuál es la diferencia entre ser un evangelista y ser un misionero?
Aunque ambos términos están relacionados y pueden superponerse en ciertos aspectos, hay una diferencia fundamental entre ser un evangelista y ser un misionero. Un evangelista se enfoca principalmente en compartir el mensaje del evangelio con aquellos que no conocen a Jesús, mientras que un misionero puede tener un enfoque más amplio que incluye obras sociales, establecer iglesias, discipular a creyentes y llevar el amor de Dios a través de acciones prácticas.
H4 ¿Puedo ser un evangelista si no tengo grandes habilidades de oratoria?
El evangelismo no se trata solo de la oratoria o de tener habilidades excepcionales para hablar en público. Si bien la capacidad de comunicarse efectivamente es una ventaja, el evangelismo también se lleva a cabo a través de nuestros testimonios personales y el amor y la compasión que mostramos a las personas. Dios puede usar a cualquiera que esté dispuesto a ser un instrumento en sus manos para llevar su mensaje a los demás, independientemente de sus habilidades de oratoria.
En resumen, ser un evangelista es una llamada especial y significativa en la vida cristiana. Implica compartir la buena nueva de Jesucristo con otros, llevar la luz de la salvación a aquellos que no lo conocen y ser instrumentos de transformación espiritual. A través del evangelismo, obedecemos el mandato de Jesús de compartir su mensaje con el mundo y también experimentamos un crecimiento espiritual y una intimidad más profunda con Dios. ¿Estás listo para tomar el desafío de ser un evangelista en tu propia vida?