El Mesías prometido
Desde tiempos antiguos, la Biblia ha hablado del poderoso Rey de reyes y Señor de señores que vendrá a gobernar con justicia y amor. Este Rey es conocido como el Mesías, el Ungido de Dios, enviado para salvar a la humanidad y establecer su reino eterno.
La profecía del Rey venidero
A lo largo de las Escrituras, encontramos numerosas profecías que hablan del Mesías como el Rey de reyes. El Salmo 2:6-7 proclama: “Yo he establecido mi rey sobre Sion, mi santo monte… Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy”. Esta profecía habla de la relación íntima entre Dios y el Mesías, quien sería un descendiente real de David.
El linaje real de David
El Mesías tendría que ser descendiente de David según la promesa de Dios. El profeta Isaías escrita en Isaías 9:6-7 declara: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre… de paz, del aumento de su imperio y de la paz no habrá fin, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre”.
El reinado eterno del Mesías
El reinado del Mesías no solo sería temporal, sino eterno. Daniel 7:14 nos dice: “Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido”.
La llegada del Mesías
La profecía cumplida
Cuando llegó el momento designado por Dios, Jesús de Nazaret se reveló como el Mesías prometido. Aunque su reino no era de este mundo, Jesús afirmó ser el Rey y el Hijo de Dios. En Juan 18:37, le dijo a Pilato: “Tú dices que soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad”.
La muerte y resurrección del Rey
Pero el camino hacia su reinado no fue fácil. Jesús padeció y murió en la cruz como sacrificio por nuestros pecados. Sin embargo, su muerte no fue el final, ya que al tercer día resucitó victorioso sobre la muerte. Su resurrección demostró su poder y divinidad, estableciéndolo como el Rey de reyes y Señor de señores sobre toda la creación.
El reinado actual y futuro del Mesías
El reino de Dios en nuestros corazones
Aunque el Mesías aún no ha establecido plenamente su reino en la tierra, él reina actualmente en los corazones de aquellos que le siguen. Como dice Lucas 17:21, “el reino de Dios está entre vosotros”. A medida que aceptamos a Jesús como nuestro Rey y Señor, experimentamos la transformación de nuestros pensamientos, actitudes y comportamientos, permitiendo que su reino se manifieste en nuestras vidas.
La esperanza del retorno del Mesías
La promesa de la segunda venida de Cristo es una fuente de esperanza y consuelo para los creyentes. En Mateo 24:30-31, Jesús dice: “Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria”. En ese día, el Mesías vendrá para juzgar al mundo y establecer su reino de paz y justicia final.
Preguntas frecuentes
¿El Mesías es solo para los judíos?
No, el Mesías es para todos. Aunque fue prometido al pueblo judío, Jesús vino como el Salvador de toda la humanidad. En Juan 3:16, se nos dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”.
¿Cómo puedo aceptar a Jesús como mi Rey?
Aceptar a Jesús como tu Rey implica reconocer tu pecado, arrepentirte y creer en él como el único camino hacia la salvación. Romanos 10:9 nos dice: “que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo”.
El poderoso Rey de reyes y Señor de señores según la Biblia es el Mesías prometido que ha venido a rescatar a la humanidad y establecer su reino eterno. A través de la profecía cumplida, la muerte y resurrección de Jesús, y su reinado actual y futuro, tenemos la esperanza de un Salvador amoroso y justo que trae paz y salvación a nuestras vidas. No importa de dónde vengamos o quiénes seamos, Jesús es el Rey para todos. ¿Estás listo para aceptarlo como tu Rey personal? Te invito a que reflexiones sobre estas verdades y a que tomes una decisión que cambiará tu vida para siempre.