¿Qué es la Gran Comisión de la Biblia y por qué es tan importante?
La Gran Comisión de la Biblia es un mandato dado por Jesús a sus discípulos antes de ascender al cielo. Se encuentra en el libro de Mateo, capítulo 28, versículos 18 al 20. En este pasaje, Jesús les instruye a sus seguidores a ir por todo el mundo y hacer discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a obedecer todo lo que él les ha enseñado.
Esta comisión es considerada por muchos cristianos como uno de los propósitos principales de su fe. Es la llamada a difundir el mensaje del Evangelio y llevar a la gente a una relación personal con Jesús. A través de la Gran Comisión, los creyentes son llamados a compartir el amor de Cristo y llevar a otros a la salvación.
El significado profundo de la Gran Comisión
La Gran Comisión no es simplemente un mandato para llevar el evangelio a todo el mundo, sino que también tiene un significado profundo en la vida de los creyentes. A través de esta comisión, Jesús nos está llamando a ser sus testigos y a ser sus manos y pies en este mundo.
Al cumplir con la Gran Comisión, los creyentes están participando en la obra de Dios de redimir y reconciliar a la humanidad consigo mismo. Están proclamando la Buena Nueva de salvación y cambiando vidas a través del poder transformador de Jesús.
El mandato de ir por todo el mundo
El mandato de ir por todo el mundo es un llamado a la misión global. No se limita a un lugar o a un grupo específico de personas. Jesús nos está llamando a llevar el evangelio a cada rincón de la tierra, sin importar la cultura, el idioma o la religión.
Esto implica que los creyentes deben estar dispuestos a salir de su zona de confort y adentrarse en lugares desconocidos. Es un llamado a superar barreras y prejuicios, y amar a aquellos que son diferentes a nosotros.
La importancia del bautismo
Además de hacer discípulos, Jesús también nos instruye a bautizar a aquellos que creen en él. El bautismo es un acto simbólico que representa la muerte, sepultura y resurrección de Jesús, así como la nueva vida que tenemos en él.
El bautismo es una declaración pública de nuestra fe en Cristo y nuestra identificación con su obra redentora. A través del bautismo, estamos mostrando al mundo que hemos sido transformados por el poder de Dios.
La importancia de enseñar y obedecer
Otra parte fundamental de la Gran Comisión es la enseñanza y la obediencia. Jesús nos instruye a enseñar a los nuevos discípulos todo lo que él nos ha enseñado.
Esto implica que los creyentes no solo deben llevar a las personas a una relación con Jesús, sino también ayudarles a crecer y madurar en su fe. Debemos enseñarles a obedecer los mandamientos de Dios y a vivir de acuerdo a sus designios.
Frequently Asked Questions (Preguntas frecuentes)
¿Quiénes son los discípulos mencionados en la Gran Comisión?
Los discípulos mencionados en la Gran Comisión son los seguidores de Jesús que estaban presentes en ese momento. Sin embargo, este mandato no se limita solo a ellos, sino que se extiende a todos los creyentes a lo largo de la historia.
¿Cuál es el propósito de la Gran Comisión?
El propósito de la Gran Comisión es llevar el mensaje del Evangelio a todas las naciones y hacer discípulos de Jesús. Es un llamado a compartir el amor de Cristo y a llevar a otros a una relación personal con él.
¿Cómo puedo cumplir con la Gran Comisión en mi vida cotidiana?
Existen muchas formas en las que puedes cumplir con la Gran Comisión en tu vida cotidiana. Puedes empezar compartiendo tu fe con tus amigos, familiares y colegas. Puedes participar en misiones locales o internacionales. También puedes apoyar financieramente a organizaciones que están llevando el evangelio a regiones remotas. En definitiva, se trata de estar dispuesto a ser usado por Dios dondequiera que te encuentres.
En resumen, la Gran Comisión es un mandato dado por Jesús a sus discípulos para llevar el evangelio a todas las naciones. Tiene un significado profundo en la vida de los creyentes, ya que nos llama a ser testigos de Jesús y a participar en su obra redentora. Cumplir con la Gran Comisión implica ir por todo el mundo, hacer discípulos, bautizar, enseñar y obedecer. Es un llamado a llevar el mensaje de salvación a cada rincón de la tierra y cambiar vidas a través del poder transformador de Jesús.