¿Qué es la lujuria según la Biblia Católica?
La lujuria es un tema recurrente en la Biblia Católica y se refiere al deseo sexual excesivo y desordenado. Según la enseñanza católica, la lujuria es considerada uno de los siete pecados capitales y se opone a la virtud de la castidad. La lujuria no solo se refiere al deseo sexual en sí, sino también a la tendencia de buscar el placer sexual en formas que van en contra de los mandamientos y enseñanzas de la Iglesia.
Consejo para evitar la lujuria:
Es importante recordar que la lujuria no es simplemente el deseo sexual, sino el deseo desordenado y egoísta que va en contra del propósito divino del acto sexual. Aquí hay algunos consejos para evitar caer en la lujuria:
1. Cultiva la virtud de la castidad: La castidad es el equilibrio y la pureza en el ejercicio de nuestra sexualidad. Practicar la castidad implica vivir y expresar la sexualidad de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia.
2. Evita la pornografía: La pornografía alimenta la lujuria y distorsiona la visión del sexo y del cuerpo humano. Evitar el consumo de pornografía ayuda a mantener la mente y el corazón limpios.
La lujuria en el Antiguo Testamento
El tema de la lujuria se aborda en varios pasajes del Antiguo Testamento. Por ejemplo, el libro del Éxodo prohíbe el adulterio en el séptimo mandamiento: “No cometerás adulterio” (Éxodo 20:14). Además, en el libro de Proverbios, se advierte sobre los peligros de caer en la lujuria: “La casada, cuando es abrazada bajo su marido, es una fuente de malicia y escándalo; es como la mujer que, posada sobre una casa, llama al transeúnte” (Proverbios 30:20).
El ejemplo de David y Betsabé
Uno de los relatos más conocidos relacionados con la lujuria en la Biblia es la historia de David y Betsabé. En el segundo libro de Samuel, se narra cómo David, quien ya era rey de Israel, comete adulterio con Betsabé, la esposa de uno de sus soldados, y posteriormente ordena la muerte de su esposo para ocultar su pecado. Este episodio muestra las consecuencias devastadoras de la lujuria y cómo puede llevar a acciones inmorales y destructivas.
La enseñanza de Jesús sobre la lujuria
En el Nuevo Testamento, Jesús amplía la enseñanza sobre la lujuria. En el Sermón de la Montaña, Jesús afirma: “Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón” (Mateo 5:27-28). Con estas palabras, Jesús va más allá de la acción física del adulterio y enfatiza la importancia de controlar también los pensamientos y deseos impuros.
¿Es pecado sentir deseos sexuales?
No, los deseos sexuales en sí mismos no son pecaminosos, ya que son parte de la naturaleza humana. Sin embargo, la lujuria surge cuando esos deseos se vuelven desordenados y egoístas, y se busca el placer sexual de manera contraria a la enseñanza de la Iglesia.
¿Qué hacer si he caído en la lujuria?
Si has caído en la lujuria, es importante arrepentirse sinceramente, buscar el perdón de Dios a través del sacramento de la reconciliación y comprometerse a vivir una vida de castidad y pureza. Busca apoyo espiritual y moral, y haz un esfuerzo constante para fortalecer tu relación con Dios y superar las tentaciones.
¿Cuál es el propósito del acto sexual según la Biblia Católica?
Según la enseñanza católica, el propósito del acto sexual es la unión de amor entre un hombre y una mujer dentro del matrimonio y la colaboración con Dios en la creación de la vida. El sexo debe ser un acto de amor y entrega mutua, en el que ambos cónyuges buscan el bien del otro en lugar de satisfacer sus propios deseos egoístas.