¿Qué significa ser “hombre natural” en la Biblia?
La Biblia utiliza el término “hombre natural” para describir a aquellos que viven según los impulsos y deseos de la naturaleza humana pecaminosa, sin la influencia del Espíritu Santo. La naturaleza humana está marcada por la rebeldía y la separación de Dios, lo que resulta en la práctica del pecado. Esta condición se hereda de Adán, el primer hombre, y todos nacemos con ella.
La batalla entre la naturaleza pecaminosa y la influencia del Espíritu Santo
La lucha entre la naturaleza pecaminosa y la influencia del Espíritu Santo es una realidad en la vida de todo creyente. Aunque los que son hechos hijos de Dios por medio de la fe en Jesucristo reciben un nuevo corazón y el Espíritu Santo pasa a habitar en ellos, la naturaleza pecaminosa aún está presente y trata de ejercer su influencia.
El apóstol Pablo habla de esta lucha interna en su carta a los romanos, donde explica que el cristiano se encuentra dividido entre lo que desea hacer según la ley de Dios y lo que su naturaleza pecaminosa lo impulsa a hacer. Es una batalla constante que requiere la dependencia y dirección del Espíritu Santo para vencer.
La necesidad de rendirse al Espíritu Santo para superar la naturaleza pecaminosa
Para superar la naturaleza pecaminosa y vivir una vida que honre a Dios, es necesario que el creyente se rinda al control del Espíritu Santo. Esto implica reconocer nuestra necesidad de la gracia de Dios y la dependencia absoluta en Su poder para vencer el pecado.
Jesús dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame” (Lucas 9:23). Negarse a uno mismo significa renunciar a la autoridad y control de nuestra naturaleza pecaminosa, y someternos completamente al Señorío de Jesucristo.
Cuando nos rendimos a la guía del Espíritu Santo, Él produce en nosotros el fruto del Espíritu, que incluye amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio (Gálatas 5:22-23). Estos atributos son contrarios a los impulsos de la naturaleza pecaminosa y demuestran la obra transformadora del Espíritu Santo en nuestras vidas.
1. ¿Todos los seres humanos tienen una naturaleza pecaminosa?
Sí, la Biblia enseña que todos los seres humanos nacen con una naturaleza pecaminosa debido a la caída de Adán en el pecado. Solo a través de la fe en Jesucristo y el poder transformador del Espíritu Santo puede haber una transformación real en la vida de una persona.
2. ¿Es posible vencer la naturaleza pecaminosa por nuestra cuenta?
No, no podemos vencer la naturaleza pecaminosa por nuestros propios esfuerzos. Es solo por la gracia de Dios y la dirección del Espíritu Santo que podemos superar el pecado y vivir una vida que honre a Dios.
3. ¿Qué papel juega la fe en la superación de la naturaleza pecaminosa?
La fe en Jesucristo es fundamental para ser liberados de la esclavitud del pecado. Cuando confiamos en Él como nuestro Salvador personal, recibimos el perdón de nuestros pecados y el regalo del Espíritu Santo, quien nos capacita para vivir una vida santa y transformada.
En conclusión, la “naturaleza pecaminosa” se refiere a la tendencia inherente al pecado que todos tenemos como seres humanos. Sin embargo, a través de la obra redentora de Jesucristo y la influencia del Espíritu Santo, podemos vencer esta naturaleza y vivir una vida que honre a Dios. La rendición y dependencia en el Espíritu Santo es fundamental para superar la lucha interna y experimentar la transformación que Dios quiere hacer en nosotros.